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¿Qué es lo que hace cambiar a una persona?

¿Cuántas veces te has propuesto hacer un cambio y, “por alguna
extraña razón”, no funciona?

Es probable que, cuando piensas en cambiar "cualquier cosa", te sientas motivado al inicio y te sientas listo para lograrlo en un par de días.

Pero, decidir cambiar … ¿es tan fácil?, ¿el cambio es un proceso lineal perfecto? Pues no, no lo es. El cambio es un proceso con diferentes etapas.

El propósito de este blog es explicar cada una de esas etapas para brindarte una guía que te permita identificar en qué etapa te encuentras y qué más podrías hacer para concretar ese cambio que deseas.

Si ya tienes identificado qué es lo que te gustaría cambiar, ya estás un paso adelante. Pero, seguramente, en algún punto estabas incierto; dudabas acerca de ese “algo” por cambiar. Esta primera etapa se conoce como precontemplación, justamente porque no estás convencido del cambio. Por ello, una recomendación, es informarte y aclarar tus dudas sobre el tema, y pregúntate: ¿cuáles serían los beneficios de hacer ese cambio?

Si has observado atenta y detenidamente la situación, por ejemplo: hiciste una evaluación de los beneficios -y las consecuencias negativas- de aquello que quieres cambiar, estarás en la etapa de contemplación. Una alta motivación al cambio es característica de esta etapa, pero aún no se asume un compromiso específico, es como el típico “Las ganas ya las tengo, ¿y ahora qué?”.

Ahora tendrás que tomar una decisión y hacer un compromiso. Para ello tienes que prepararte, y esa es la siguiente etapa: ¿Cómo vas a hacerlo?. Una recomendación es buscar apoyo, ya sea de un profesional o en tu red social, pero toma en cuenta que los beneficios no se verán reflejados en el futuro inmediato. Al tener claro qué quieres cambiar y apoyo para saber cómo hacerlo, podrás trabajar en un plan de acción.

Tomar acción es la siguiente etapa. Durante todo el proceso de cambio, pero especialmente en esta etapa, podrás evaluar tu autoeficacia contestándote estas preguntas: ¿cómo crees que lo haces?, ¿te es difícil?, ¿necesitas más apoyo?, o ¿has logrado sobreponerte a los obstáculos?

Como te comentaba al inicio, el cambio no es un proceso lineal, pues la posibilidad de una recaída estará siempre presente, incluso en la etapa de acción, pues a pesar de tener un objetivo a alcanzar, es probable que cometas un error y eso estará bien. Fallar y levantarte es parte del cambio. Toma cada recaída como un aprendizaje y pregúntate: ¿qué sucedió?, ¿cómo te sentiste?, ¿qué podrías mejorar? También, toma la recaída como una oportunidad para intentarlo de nuevo, y quizá, atreverte a intentar algo nuevo, porque incluso si “no funciona” habrás aprendido algo nuevo, y mejor aún, aprenderás a conocerte mucho más y cada vez mejor.

El cambio requiere esfuerzo y tiempo. Cuando te has apegado a tu plan de acción y, con cada paso pequeño, has visto el cambio que deseas, será momento de trabajar en el mantenimiento y en la prevención de recaídas. ¿Cómo? Con las estrategias que habrás desarrollado al conocerte a ti mismo. Esto aumentará tu confianza y podŕas avanzar a la etapa de finalización, en la que el nuevo hábito -o el cambio- será sólido.

Para tener una visión positiva y realista ante el cambio, es importante que sepas que:

  • El cambio es un proceso individual.
  • Requiere compromiso, tiempo, energía y estrategias claras y realistas.
  • Además, puede implicar dificultades. Buscar apoyo te ayudará a clarificar tus objetivos, implementar estrategias eficaces y prevenir las recaídas.
  • Podemos pasar por diversas fases e incluso estancarnos y retroceder.
  • No ver la recaída como un fracaso, mejor reconoce el progreso y aprende de la experiencia.

Si te identificas en alguna de las primeras etapas, si quieres aprender estrategias para lograr
el cambio "cualquiera que esté sea" o simplemente te gustaría reforzar lo que has logrado, te
invito a acercarte con alguno de nuestros psicólogos.
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