miedo

¿Cuántas veces has dejado de decir algo por miedo a que te juzguen?, ¿Cuántas veces has abandonado algún proyecto por evitar el fracaso?, ¿Cuántas veces has dejado de lado lo que quieres?. Si eres ser humano como yo, y vives en esta sociedad, seguramente has pasado por esto más de una vez.

Ahora te pregunto, ¿cuánto has perdido por escuchar esos miedos y fusionarte con ellos? Tal vez te haya costado una relación de pareja, un puesto de trabajo, una decisión importante para ti. Notando esto, ¿crees que valió la pena hacer caso a tus miedos y abandonar?, ¿la seguridad es mejor que la incertidumbre de hacer algo importante para ti?

Me parece que este es uno de los problemas más incapacitantes del ser humano y que nos generan mucho malestar, no sabemos qué hacer en situaciones donde no tenemos certeza del futuro, tenemos miedo o nos implica mucho esfuerzo.

La sociedad nos ha enseñado a que debemos huir de este malestar, pero no se ha dado cuenta del costo que implica el evitar vivir. En realidad la vida implica riesgos, altibajos, dolor; pero obviamente esta cara de la vida no es nada romántica y la verdad es que en efecto no suena muy lindo que digamos. Sin embargo, esos riesgos le dan sabor, nos permiten vivir experiencias y crecer; pero esto no nos lo dicen. Por lo tanto buscamos a toda costa padecer emociones y experiencias que interpretamos como negativas, sin darnos cuenta del costo que estamos pagando, dejando de lado las cosas importantes para nosotros en la vida.

Creemos que cuando nos sentimos sin miedo o malestar es porque estamos siguiendo nuestros sueños, estamos siendo “felices” pero esta referencia está bastante equivocada. ¿Por qué equivocada? Porque vivir naturalmente implica dolor. Vivir es como una relación de pareja, no todos los momentos son color de rosa, pero no por eso vas a dejar de tener pareja, no por eso vas a dejar de vivir. Por eso quiero invitarte a hacer cosas diferentes, que te lleven a ese camino que quieres a pesar del miedo que se pueda sentir.

Atrévete a vivir y deja de huir del malestar.