adelgazar

¿Cómo sería tu vida si no te obsesionaras con la comida, con las dietas y con el peso? Como lo vimos en el post anterior (Yo sí quiero ir a terapia), las Terapias Cognitivas Conductuales nos enseñan a pensar de una manera diferente, a combatir y cambiar los pensamientos por unos más adecuados y mejorar nuestras emociones y nuestros comportamientos.

Estar delgado se ha vuelto uno de los valores principales de nuestra cultura, porque existe una preocupación creciente por la apariencia física. El problema surge cuando ese cuidado se convierte en una obsesión que no nos deja disfrutar de nuestra vida y nos persigue hasta en el sueño.

Tal parece que relacionamos la delgadez con el éxito, la belleza, ser sano y ser aceptados socialmente. Cuidar el cuerpo se ha confundido con perder kilos. Pasamos de “espejito-espejito” a “basculita-basculita” esperando que nuestra seguridad y value se vean reflejados en los kilos perdidos. Con esto se ha incrementado la insatisfacción por la imagen corporal, llevándonos a someternos a dietas milagrosas, a ejercicios excesivos y a restricciones poco saludables.

Sin embargo, hacer una dieta consume mucha energía física, mental y emocional. Y el ejercicio es utilizado a menudo para ganar el derecho o pagar el precio de comer algo “malo”. Constantemente, la gente hace ejercicio de la misma forma en la que come: rígidamente y sin tomar consciencia, sin darnos cuenta que cuando recurrimos a una dieta, convertimos la comida saludable en algo detestable.

Las personas somos capaces de pensar sobre nuestros pensamientos, generamos opiniones de nosotros mismos; si nos deprimimos, nos podemos sentir culpables por estar deprimidos. En el caso de una dieta, podemos sentirnos culpables por no haberla seguido, y esa culpa que nos generamos no nos ayuda para apegarnos a la misma, pues el mensaje principal que nos damos es que no somos capaces de lograr nuestros objetivos, lo cual nos desmotiva debido a que no somos lo suficientemente confiables para encargarnos de nuestro cuidado.

Ahora te preguntarás: ¿terapia psicológica para saber alimentarnos y el control de peso? La respuesta es: ¡sí! No sólo para tratar los temas emocionales como la insatisfacción por el cuerpo, inseguridad, perfeccionismo, depresión y ansiedad: la terapia también es efectiva para seguir una dieta con éxito, y sirve para brindar información suficiente y clara (estar excesivamente informados no siempre es igual a estar bien informados).

La terapia cognitiva no sólo es para aceptarnos como somos y conformarnos con eso, sino para valorarnos y aceptarnos como seres vivos, y con ello proporcionarnos mayores placeres, aprendiendo a hacernos responsables de nosotros mismos, devolviéndonos la confianza al cumplir nuestras metas. La culpa y la responsabilidad son distintas, la primera busca culpables y el castigo, la segunda nos motiva a hacernos cargo y corregir. En el arte de saber alimentarse no es necesaria la perfección.

Un ejemplo lo podemos ver en la siguiente figura de un círculo vicioso en la comida y como se mantiene el problema.

procrastinar

La mentalidad de una persona con sobrepeso generalmente sabotea sus esfuerzos. La tristeza y sentimientos descontrolados no se pueden saciar con comida.

Para conseguir una meta, es preciso tener claro nuestro objetivo. Es importante que el bienestar sea el matiz que moldee los beneficios a obtener. Si quieres seguir una dieta exitosamente, hay algunas cosas que puedes hacer: motivarte continuamente, describir tu objetivo en pasos pequeños, lidiar con la culpa y la ansiedad sin recurrir a la comida como forma de alivio y cambiar tu forma de pensar.

  • ¿Creés estar sufriendo algún trastorno de la alimentación?
  • ¿Tienes problemas para controlar la cantidad de alimentos que consumes?
  • ¿Te gustaría aprender a aceptarte como eres y comer de manera sana?