Depresión
Quizá has notado que, a medida que se acerca el invierno, te sientes triste, sin ganas de hacer nada, con mayor apetito, incluso con más sueño y poca energía. ¿Sabías que el cambio de estación puede generar esos sentimientos?
 
En el blog de hoy me gustaría hablarte de la depresión estacional o trastorno afectivo estacional (TAE).
 

La depresión estacional o TAE aparece con fuerza en ciertas épocas del año, particularmente durante otoño e invierno, y luego parece desaparecer. Los síntomas pueden ser leves al principio y agravarse a medida que avanza la estación, y son muy parecidos a los de una depresión, pero el TAE tiene tres características principales:

  • Exceso de sueño, es decir, notas un aumento anormal en tus horas de sueño.
  • Cambios en el apetito, en especial, compulsión por alimentos ricos en hidratos, como pan, cereales, pasta y azúcar.
  • Aumento de peso.

Además de los síntomas anteriores, quizá identifiques algunos de los síntomas característicos de la depresión:

  • Perder el interés en actividades que alguna vez disfrutaste.
  • Tener poca energía.
  • Sentirse perezoso o inquieto.
  • Tener dificultad para concentrarse.
  • Sentirse desesperanzado, inútil o tener sentimientos de culpa.
  • Tener pensamientos recurrentes de muerte o suicidio.

¿Te identificas con algunos de los síntomas anteriores?

Millones de personas sufren este trastorno, especialmente quienes viven en partes del
mundo con inviernos muy largos y muy fríos; y afecta más a las mujeres y a los jóvenes.

La buena noticia es que es tratable.

Para comprender las causas del TAE, les explicaré un dato curioso:

En nuestro cuerpo se producen cambios que siguen un ciclo diario
(ritmos circadianos), y dependen de los períodos de luz y oscuridad,
esto permite que el día interno y externo coincidan.

Así es que la reducción de la luz solar altera nuestro reloj biológico, y los desajustes se manifiestan en mayor producción de una hormona llamada melatonina, la cual controla nuestros patrones de sueño. Es decir: más oscuridad significa mayor producción de melatonina, lo que genera mayor cansancio y sueño.

Además, la carencia de luz solar puede provocar una caída en la producción de serotonina, la cual nos mantiene enérgicos y activos durante el día; cuando hay menos serotonina se ve afectado nuestro estado emocional.

Estos cambios en el estado de ánimo pueden parecer una pequeña molestia para
algunas personas, pero para otros, es un problema real que puede agravarse.

¿Qué hacer si te sientes así?

Existen varias opciones para el tratamiento del TAE. Una de ellas es la fototerapia, que básicamente consiste en sentarte frente a una caja de luz para aumentar la exposición a la luz; el profesional de la salud es quién podrá orientarte e indicar cuándo y por cuánto tiempo tendrás que exponerte a la caja de luz.

Otra de las opciones es la psicoterapia cognitivo-conductual, aquí te dejo un blog sobre este tipo de psicoterapia. Otra opción de tratamiento, en caso de ser necesario, es la prescripción de medicamentos “que puede combinarse con la psicoterapia”.

Recuerda que es normal sentirse triste algunos días. Pero si sientes tristeza durante días y nada te motiva a realizar las actividades que normalmente disfrutas, consulta a un profesional de la salud mental.

No ignores ese sentimiento que tienes todos los años, considerándolo un simple caso
de “tristeza invernal” o un bajón estacional con el que tienes que lidiar tú solo.

En TeQueremosEscuchar.com te invitamos a dar prioridad a tu bienestar emocional a
través de una plataforma de fácil acceso y con profesionales de la salud mental.