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La conducta suicida en tiempos de covid-19

Prevención Suicidio
Lectura de: 10 minutos

Iniciamos el mes de Septiembre, y además de ser el mes del testamento y de las fiestas patrias en México, también es el mes dedicado a la prevención del suicidio en el mundo. Y dado que continuamos viviendo en un contexto pandémico que ha traído consigo un gran número de dificultades, no es de extrañar que nos preguntemos cómo esto ha impactado en la salud mental de las personas, específicamente en la conducta suicida

Te invito a leer nuestro blog: ¿El suicidio se puede evitar?

¿Qué es la conducta suicida?

Comencemos por definir algunos conceptos. El suicidio se refiere a la acción deliberada que tiene una persona para quitarse la vida. La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo define como el comportamiento autolesivo, intencional y consciente de quitarse la vida. Es decir, que la muerte de la persona no sea por una intervención directa de un tercero o por accidente. 

Entonces, si una persona tiene pensamientos suicidas ¿es lo mismo que el suicidio?

No, el suicidio o la muerte por suicidio no es lo mismo que la conducta suicida.

Podemos entender a la conducta suicida como cualquier tipo de acción dirigida a quitarse la vida, desde la ideación, la planeación, el intento de suicidio, hasta la propia muerte por suicidio. Veamos cada una de ellas. 

La Ideación suicida se refiere al patrón cognitivo que puede presentar una persona, es decir, cualquier tipo de pensamientos e ideas sobre quitarse la vida. En cuanto que la planeación suicida es cuando la persona construye y selecciona un método para llevar a cabo el intento de suicidio. Es decir, el cómo, cuándo y dónde. Mientras que el intento de suicidio es llevar a cabo el comportamiento autolesivo, y este puede tener como conclusión, la muerte por suicidio o no. 

Es importante conocer la diferencia entre ellas porque nos ayudarán a entender y saber cómo actuar ante ellas. 

¿Por qué tanta información sobre la conducta suicida?

Si eres de esas personas que se molestan por la difusión que se le está dando a la prevención de la conducta suicida y se preocupan por considerar que al hablarlo tanto se puede incitar al suicidio, te comparto las siguientes estadísticas: 

  • Se estima que el suicidio es la segunda causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años. 
  • De acuerdo con la OMS cerca de 700 000 personas mueren por suicidio cada año en todo el mundo.  
  • Cada 40 segundos hay una muerte por suicidio en el mundo y cada 3 segundos aproximadamente hay un intento de suicidio. 
  • Es más alto el número de muertes por suicidio en hombres que en mujeres. Pero el número de intentos es más alto en mujeres que en hombres. 
  • Un intento de suicidio no consumado es el factor individual de riesgo más importante

Entender a la conducta suicida como un problema de salud pública es vital para poder generar avances hacia su prevención, evaluación y tratamiento. 

Imagínate, que al ver una infografía sobre la diabetes pensemos que está promoviendo una alimentación a base de azúcar. Suena ilógico, ¿cierto? Pues algo similar ocurre con la conducta suicida. Hablar de ella, informarnos y terminar con aquellos mitos o tabúes no está incitando a hacerlo, al contrario, forma parte de la prevención.   

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Ahora, si aprendemos de epidemias o pandemias anteriores, es muy probable que la tasa de suicidios y conducta suicida aumenten. Es por eso que ahora más que nunca, se vuelve una necesidad voltear el foco de atención hacia la prevención de dicha conducta. Así es como surge el International Covid-19 Suicide Prevention Research Collaboration, un grupo de investigadores de 41 países, entre los cuales se encuentra México, que realizan diversos estudios en pro de prevenir el aumento de muertes por suicidio.    

Factores de riesgo de la conducta suicida 

Dentro de las investigaciones y declaraciones que ha hecho este grupo, se enlistan varios factores de riesgo asociados a la pandemia por covid- 19 para la conducta suicida. 

  • Aislamiento social desde el distanciamiento físico.
  • Estrés social y en el personal sanitario, sobre todo los trabajadores en primera línea de atención. 
  • Aumento de la violencia doméstica. 
  • Incremento del consumo y abuso de alcohol. 
  • Dificultades para promocionar y acceder a los servicios de atención psicológica (líneas de ayuda, líneas de atención en crisis o servicios psicológicos). 
  • Educación Interrumpida. 
  • Duelo o Duelo complicado 
  • Sobreinformación de los medios que conducen a un aumento en la ansiedad y angustia. 
  • Impacto económico, pérdida de empleo o recesión. 

No podemos negar que la salud mental de las personas se ha visto afectada por la pandemia por covid-19, pero ¿cómo ha impactado esto a la conducta suicida? 

¿Qué sabemos hasta el momento?

Aunque es muy temprano para sacar conclusiones y hacer declaraciones determinantes sobre la conducta suicida en tiempos de covid-19, podemos guiarnos sobre la dirección que va teniendo gracias a algunos estudios que se han realizado. 

Uno de estos estudios es el de la Dra. Jane Pirkis y un equipo de investigadores alrededor del mundo. En él, se hace un análisis de los datos de 21 países que tienen un estimado en tiempo real de la cantidad de suicidios que se han dado desde el inicio de la contingencia. Hasta el momento, se ha hecho el análisis de abril a julio del 2020, y lo que se observó es que durante estas fechas, en los países con ingresos altos, no hubieron cambios en las tasas de suicidio o inclusive, estas disminuyeron. Algo similar ocurrió en los siguientes tres meses, es decir, hasta Octubre del 2020. Sin embargo, hubo excepciones en países donde la tasa de suicidios aumentó, como Japón, Viena y Puerto Rico.  

Aún con estos resultados preliminares, los investigadores incitan a permanecer alerta y estar preparados en caso de que esta situación cambie. Pues aunque las tasas de suicidio no hayan aumentado en los primeros meses de la pandemia, la angustia mental y el número de enfermedades mentales, sí lo han hecho. Y estos datos iniciales, pudieran cambiar en los siguientes meses, pues particularmente en México, las muertes por suicidio han aumentado en los últimos diez años

Prevención del suicidio

¿Sabías que muy pocos países incluyen dentro de sus prioridades a la prevención de la conducta suicida y destinan cierto presupuesto para ello?   

Por ejemplo, aún sabemos muy poco sobre cómo ha impactado la pandemia en países de bajos y medianos recursos. De acuerdo con la OMS, el 77% de las muertes por suicidio se registran en dichos países. Es por eso que en los últimos años se ha hecho hincapié a los gobiernos  para establecer dentro de sus prioridades a la salud mental y a la prevención del suicidio. 

La detección temprana, la evaluación, gestión y seguimiento de un tratamiento integral son vitales en la prevención de la conducta suicida. Y claro que muchas de estas estrategias son responsabilidad de nuestros gobiernos. Sin embargo, también podemos aportar desde nuestra propia trinchera. 

“Las amenazas externas a las comunidades producen aumento en la integración social”  

Estamos viviendo un periodo histórico, en el que nuestras vidas se han visto afectadas en distintas maneras y nuestra salud mental ha sufrido y afrontado muchos cambios, muchos de ellos, para nada agradables. Y justo es en momentos de crisis donde el ser humano tiene dos hermosas capacidades: la de adaptarse y la de generar empatía. Y mi objetivo con esta idea no es para nada romantizar las crisis o restarles relevancia. Mi intención es la de motivar a darle un significado más a la pandemia, uno que nos ayude a nuestro bienestar individual y social: el de actuar desde la empatía, la compasión y la información.  

Las crisis representan oportunidades, y en esta en particular, tenemos la oportunidad de comenzar a generar una comunidad más empática y solidaria con la salud mental. A actuar desde nuestra trinchera y romper con las creencias de que hablar del suicidio va a incitar a las personas a realizarlo, cuando en realidad puede desalentar a aquellos que lo estén considerando. A terminar con la idea de que las personas que piensan en atentar contra su vida, lo harían sin dudarlo si en verdad lo quisieran, cuando la realidad es que continúan tratando de buscar alternativas a su problema. O que sólo buscan llamar la atención, y que para que las ideaciones o planeaciones suicidas se vayan, únicamente hay que ignorarlos. Cuando escucharlos activamente, sin juicios ni críticas, puede realmente hacer la diferencia. 

El ser humano es mucho más que sus pensamientos y sus emociones. 

Y así como la conducta suicida es mucho más que sólo pensar en atentar contra la propia vida, son diversos los factores que influyen alrededor del suicidio, desde económicos, culturales-sociales hasta factores individuales como el genético y las habilidades de afrontamiento que se tengan. 

El suicidio es prevenible. Pero para que se pueda prevenir, se requiere hablar de él. Y hablar desde una perspectiva seria y saludable, desde la empatía, el entendimiento y la compasión. 

Así que te invito a informarte, a reflexionar y compartir estas reflexiones con tus conocidos, compañeros, amistades o familiares.

Números de apoyo psicológico

  • Línea de la vida disponible las 24 hrs de lunes a domingos: 800 911 2000
  • Unidad de inteligencia Epidemiológica sanitaria disponible las 24 hrs de lunes a domingos: 800 0044 800 ext. 4
  • Línea de atención en crisis de la UNAM disponible de lunes a viernes de 9 am a 5 pm: 555025055
  • Psicoterapia en línea: Te Queremos Escuchar.

Referencias

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