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¿Puedo pensar en algo que no sea mi separación?

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¿En qué pensar cuando me separo?

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Veo que es muy común que tras separarnos de una persona, pensamos en ella cada vez más. Tratamos de comprender por qué no fuimos suficientes para él o para ella, qué pudimos hacer diferente, o qué fue en lo que nos equivocamos. 

TQE

Mis pacientes, en TQE, me comentan que día tras día, los pensamientos van detrás de la imagen del que se fue, y cada vez que se dicen “debo pensar en otra cosa”, terminan con el mismo círculo vicioso. 

Un Tip

Aquí te doy un tip para que esta tarea no sea un imposible: el reto es comenzar a pensar en ti, y en hacer cosas para ti.  

Quiero decirte que una vez que cuentes con fuerzas para reconstruir tu vida, en la que ahora hay más independencia y control personal que antes, tus fuerzas diarias deben dirigirse a proyectos individuales.

Quizá quieras tomar un curso de fotografía o de danza, o comenzar con el taller de pintura que tenías pendiente. Quizá también quieras recuperar tus relaciones con viejas amistades, viéndolas más a menudo para tomar un café. 

Buscar apoyo siempre es una opción

También, cuando concentres tus esfuerzos y tiempo en proyectos que son exclusivamente tuyos, podrás ir desplazando viejas preocupaciones.  Para este nuevo reto de “limpiar tus pensamientos” como coloquialmente se dice, puedes crear una agenda de proyectos, en la que hagas una lista de cinco o diez planes inmediatos en los que quieres poner tu interés.  Y ahí mismo vas “palomeando” lo que vas cumpliendo.

Esta agenda te permite enfocarte en tu desarrollo individual, por lo que tu mirada se dirige a concretar nuevos proyectos, alejándote día tras día, de los pensamientos-cadenas que te atan al sufrimiento del ayer. 

Recuerda: mientras más nos prohibimos algo, más estará presente en nuestra vida.  

El camino que genera más rendimientos positivos es el que pasa por tus metas, por la atención enfocada a lo que haces hoy y con quién estás ahora (esto incluye familia ampliada y amistades cercanas o lejanas), y por lo que decides hacer el día de hoy, para tu propia satisfacción. 

A Fondo

Realmente hay muchas cosas que uno puedo hacer para tener una distracción sana en estos tipos de situaciones: 

Practicar mindfulness y meditación emerge como un método efectivo para manejar las intensas emociones que suelen acompañar una ruptura. Estas prácticas fomentan la concentración en el presente, disminuyendo los pensamientos recurrentes sobre el pasado y la ansiedad por el futuro. Al dirigir la atención hacia la respiración o las sensaciones corporales, se entrena la mente para observar los pensamientos y emociones sin juzgarlos, promoviendo así la conciencia de las necesidades internas y cultivando un sentimiento de paz y aceptación.

Incorporar el ejercicio físico en tu rutina no solo mejora la salud física, sino que también influye positivamente en el estado de ánimo. Actividades como correr, yoga o simplemente caminar liberan endorfinas, conocidas como las hormonas de la felicidad. El ejercicio no solo canaliza la energía negativa, sino que también reduce el estrés, contribuyendo a mantener una mente clara y un enfoque más positivo durante los periodos de cambio emocional. Establecer una rutina de ejercicio regular no solo mantiene la actividad física, sino que también proporciona estructura en tu día a día, lo cual puede ser particularmente útil en momentos de cambios emocionales.

Llevar un diario donde puedas plasmar tus pensamientos y emociones brinda una vía terapéutica para procesar los sentimientos tras una ruptura. Esta práctica permite expresar libremente tus frustraciones, miedos y esperanzas, siendo esencial para comprender y aceptar tus emociones. Además, la revisión de escritos anteriores puede ofrecer perspectivas sobre tu crecimiento y cambio con el tiempo, facilitando la reflexión personal y contribuyendo a la curación emocional.

Involucrarse en actividades creativas, ya sea pintar, escribir, cocinar o cualquier pasatiempo que disfrutes, puede ser una excelente manera de distraerte y encontrar satisfacción fuera de tu vida en pareja. Estas actividades no solo ocupan la mente, sino que también te permiten expresarte de manera única, descubriendo nuevos aspectos de tu identidad. La creatividad se convierte así en una vía de escape constructiva para explorar y procesar tus emociones, fortaleciendo tu sentido de identidad y autoeficacia.

Aprovechar tu vida social resulta esencial en el proceso de recuperación tras una ruptura. Mantener relaciones activas con amigos y familiares proporciona un apoyo emocional valioso, te hace sentir valorado y ofrece distracciones saludables. La participación en actividades sociales sirve como un eficaz antídoto contra la soledad y el aislamiento, emociones que tienden a intensificarse tras una ruptura. No es necesario abordar la ruptura si no te sientes preparado, pero compartir el tiempo con personas que se preocupan por ti puede ser reconfortante y alentador.

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Bibliografía

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